viernes, 26 de marzo de 2010

Actividades deportivas no competitivas



niño obeso haciendo deporte
Son pocos los niños que entre sus actividades extraescolares tienen la práctica de algún deporte, además que en la mayoría de los casos estas actividades no sirven para nada.

Ejemplo típico: un niño de doce años con sobrepeso infantil, sin musculatura y sedentario, que sus padres deciden que practique la natacion martes y jueves por la tarde, unos cuarenta minutos reales de actividad por sesión. Es decir una hora y veinte a la semana. Una hora y pico de actividad a la semana puede ser de utilidad en un adulto, pero en pre-adolescente o en un adolescente no repercutirá en una mejora ni de su salud ni de su forma física. A los meses de realizar la actividad en cuestión se producirá una acomodación (adaptación) a esa actividad y a partir de ahí no habrá ninguna mejora.

El tiempo de entrenamiento así como la intensidad, el compromiso y la exigencia tienen que ser progresivos en el deporte para que este consiga sus objetivos que son una forma física aceptable, una musculación integral y una mejora de las capacidades tales como el equilibrio, la flexibilidad, la percepción, la velocidad, la fuerza y la resistencia. En estas actividades semi deportivas (martes y jueves natacion por ejemplo) siempre hay un estancamiento en la progresión ya que no se aumenta ni el tiempo de actividad ni la intensidad . En algunas se puede subir de nivel y aumentar ligeramente las exigencias, pero el tiempo permanece siempre estable y siempre se encontrar el alumno un máximo de nivel.


A lo anterior podemos sumarles que en la mayoría de estas actividades el objetivo no es producir cambios en el cuerpo de los alumnos, si no que se lo pasen bien.


Actividades físicas competitivas



niños jugando
Aquí pasamos al lado contario de la ecuación. Solo tenemos que observar los cuerpos y las cualidades de muchos jóvenes deportistas para apreciar que el deporte de competición, si produce cambios en estos, tanto cualitativamente como cuantitativamente.

En la mayoría de los casos la exigencia y el compromiso son muy altos pero la importancia para el futuro es escasa y según algunos estudios negativa (Child Development Through Sports by James H. Humphrey. )

Los responsables de estos posibles efectos negativos en el futuro del niño o la niña recaen sobre los siguientes tres actores: El colegio, los padres, el entrenador.

La mayoría de los colegios (profesores) no tienen en cuenta las diferencias entre un niño sedentario o semis dentario con las de un niño que practica seriamente un deporte de competición, no reciben ni apoyo ni ayudas. Esto perjudica sus resultados escolares y en algunos casos su integración en círculos de amistades fuera de su club o equipo.

Los padres que no entienden el deporte como una forma de vida y creen que el deporte solo existe si está ligado al éxito. Para ser deportista tiene que ser el mejor o la mejor y ser medios, para estos padres significa ser mediocres. Frustran a sus hijos.

Los entrenadores que no tienen visión a largo plazo y someten a los niños a cargas y tiempos superiores a sus capacidades para lograr un resultado temprano que les encumbre en su club y hacia su directiva.

Un niño lo pueda hacer no significa que lo deba hacer.

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